Hablamos de un Stage 1 cuando realizamos una mejora en los mapas de gestión del motor sin modificar ni mejorar otras piezas o componentes del coche. Sólo se modifica la gestión electrónica.
Este tipo de reprogramaciones se realizan habitualmente buscando una potencia máxima superior a la original y una entrega de la misma más acorde con los gustos del cliente.
Los motores turbo son los más agradecidos en este primer estadio. Modificando la programación de la centralita es posible aumentar de forma coherente la presión del turbo y, adecuando este aumento de «soplado» al resto de elementos del motor, tales como los tiempos de inyección y/o encendido, es posible obtener aumentos de potencia muy significativos.
Con motores atmosféricos el incremento de potencia en una stage 1 no es tan impresionante, pero aún así se consiguen mejoras de entre un 10% (o superior), dependiendo del modelo y el estado del motor y sus distintos componentes.
Tanto si hablamos de un motor turboalimentado como de uno de aspiración natural, es importantísimo que todos los elementos del motor estén en perfectas condiciones. Modificar la electrónica no servirá de mucho si después tenemos una fuga de presión en la admisión o cualquier otro fallo.